Aunque según la publicación “La España Moderna” la expresión habría sido admitida en el Diccionario de la Lengua como sinónimo de riña allá por el año 1899, encontramos referencias anteriores tal y como señala el cervantista murciano Diego Clemencín al relacionarla con la expresión proverbial “dar morena” que aparece en El Quijote.
Sin embargo, hay registros que sitúan el origen de la expresión mucho antes, en el Madrid de los Austrias del último cuarto del siglo XVI donde el tabernero Alonso de Zayas y su mujer, la llamada María Morena, no sabemos si Morena era apellido o un simple apelativo o mote, regentaban un local en la Cava Baja.
La pareja se hizo famosa a partir de un proceso judicial que se abrió contra ellos en 1579 por negarse a vender sus mejores cueros de vino (que es como en aquella época se conocían las botas de vino) a un grupo de soldados sedientos. La pareja reservaba sus mejores cosechas para los clientes de mayor alcurnia, pues no era infrecuente que altos funcionarios de la Corte visitaran su local, y se negaron a servir los tan apreciados caldos a la soldadesca, con lo que se organizó una trifulca de épicas dimensiones en la que tuvo que intervenir la justicia para calmar los ánimos.
Por lo que parece, la conocida como María Morena era mujer de armas tomar, de las que no se amedrentan a la hora de echarle la bronca a un cliente o montar un follón a algún despistado que quiera marcharse sin pagar y pudo haber sido la que llevase la voz cantante en la pelea. Sea como fuese, dos siglos después de los tiempos de María Castaña, una nueva María asociaría para siempre su nombre con los términos camorra, pelea, bronca o trifulca.
A pesar de que esta teoría es la más comúnmente aceptada, existe también la hipótesis de que quizás la expresión no tenga su origen en la mujer de Alonso de Zayas, tal y como señala José Luis Rodríguez Plasencia en la revista Folklore. Rodríguez señala que la mayoría de las taberneras de la época se llamaban María y eran de rudo carácter con lo que cualquiera de ellas podría haber dado origen a la expresión.