es una adaptación de la expresión catalana “a la quinta forca” que se usa con idéntico sentido.
El antiguo sistema penal barcelonés situaba los cadalsos en los caminos que se acercaban a la ciudad para mostrar a los forasteros que allí se hacía cumplir la ley. El sistema contaba con cinco cruces de caminos, desde la plaza del Pi hasta el llamado de la Trinidad. Como las autoridades no recogían los cuerpos de los ahorcados, se fundó una cofradía en la Iglesia del Pi para dar sepultura a los ajusticiados. La horca de la Trinidad era la última y estaba especialmente lejos por lo que suponía un engorro para los cofrades tener que ir hasta allí a descolgar y enterrar los cuerpos. Con el tiempo está incomodidad de los cofrades terminó convirtiéndose en paradigma de gran y molestia distancia.
El porqué del paso de horca a pino tampoco está claro, aunque no se descarta que el instrumento de ejecución no fuese una horca propiamente dicha, sino que se emplease una horca natural y por tanto a los criminales se les colgase directamente de un pino.
Como dijimos al principio, “estar en el quinto pino” es una expresión común hoy en día en España y muchas veces la usamos para evitar expresiones equivalentes más soeces o malsonantes como “estar en el quinto coño”, “estar en el quinto infierno” o “estar en la quinta puñeta”.
Existen también algunas expresiones equivalentes algo irreverentes con el elegido de Dios como protagonista que por lo visto debía ser algo olvidadizo y así para referirnos a algo que se encuentra muy lejos decimos donde Cristo perdió la sandalia, el gorro, los clavos, el mechero, etc. En algunos países de América el olvidadizo es el diablo que por lo visto perdió el poncho.
Para finalizar, señalar que en los últimos años y debido al éxito de la adaptación cinematográfica de “El señor de los anillos”, no es raro escuchar entre los más jóvenes que algo está en “Mordor”.
Esperamos que os haya gustado esta nueva entrada y que no os de pereza visitar nuestras páginas de Facebook e Instagram porque no están en el quinto pino.
Bibliografía:
Iglesias, Eloy. 2015. «Origen de la expresión: el quinto pino». [documento en línea: http://columnazero.com/origen-de-la-expresion-el-quinto-pino/; acceso 18 de diciembre de 2019].
De Miguel, Amando. 2008. «Orígenes de algunos dichos populares». [documento en línea: https://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/origenes-de-algunos-dichos-populares-46413/ ; acceso 18 de diciembre de 2019].
Fraseomanía. 2016. «Desnudando dichos y palabras». [documento en línea: https://fraseomania.blogspot.com/2016/11/en-el-quinto-pino.html; acceso 18 de diciembre de 2019].